TEXTO CURATORIAL
Extimidad non-fiction
Lo éxtimo es lo íntimo, incluso lo más íntimo pero que se encuentra en lo exterior. El acercamiento a la zona de lo extimo no necesariamente implica el estar cerca o próximo a ese cuerpo, sino más bien, a aquello que se desea representar a través de lo escrito con la luz.
La no ficción es un género literario caracterizado por la narración de un contenido verídico o basado en hechos reales. Sin embargo, la memoria es algo que se construye, un ejercicio constante que, aunque consciente, nunca podría ser objetivo. Entonces, un relato individual es a priori subjetivo ya que la carga simbólica está signada por la mirada de un solo sujeto.
Extimidad non-fiction muestra que no existe un solo cuerpo, tampoco hay una unidad que lo contenga; hay fragmentos, huellas, vestigios.
1
El cuerpo es lo que se percibe dentro de los límites que lo contienen. Cada cuerpo, tiene bordes que evidencian la oposición de interno/externo. “Ese confín separa y a la vez une los dos elementos en su frontera”.
2
Existen cuerpos que se expanden más allá de su piel, en una continuidad mágica con el resto de los organismos vivientes que pueblan el planeta. Son cuerpos que se mueven en armonía con el cosmos.
3
Un océano azul puede atravesar un cuerpo y dividirlo en dos. Lo que separa a los cuerpos no es simplemente la distancia, sino aquello que no se puede alcanzar.
4
El cuerpo ausente puede ser mucho más que recuerdo. Se puede ver, percibir, oler. El cuerpo que no está puede ser sentido y extrañado a la vez.
5
Cuando un cuerpo se ve desprovisto de refugio puede sentirse oprimido, clasificado. Intenta moverse, sacudirse, prenderse.
6
El cuerpo no para de sentir. Cuerpo y territorio conviven como fuerzas antagónicas. Dualidades que dialogan. Intereses en conflicto.
7
En ocasiones el cuerpo guarda un secreto, un relato encriptado, que desde lo simbólico alberga emociones primarias como el amor y el miedo. La representación descontextualizada del cuerpo lo ficciona y pone en escena.
8
El cuerpo puede contener un dolor emocional que no traspasa la superficie del cuerpo, sino que permanece allí, horadando en su interior. Son cuerpos que necesitan hundirse y enterrarse para poder brotar.
9
El dolor entra y sale del cuerpo sin permiso. Se esconde, latente, y saber de esa latencia lo hace aún más intolerable.
10
A veces el cuerpo es irrumpido por un cuerpo extraño. El cuerpo invadido no dispone de su cuerpo, cede a la conciencia, es vulnerado, intervenido. La cabeza es desprendida del cuerpo sin necesidad de decapitarlo, cuando se separa la conciencia del cuerpo y se pierde el control sobre este lo embarga el hormigueo.
11
El cuerpo posee una forma inmaterial que es atravesada por el tiempo. Deja huellas que le permiten sobrevivir en la memoria del otro. Ellas construyen un limbo que opera como refugio donde “el pasado continúa en el presente sin formar parte de él”.
12
Hay cuerpos que no entienden su existencia, solo la transitan y, de vez en cuando, buscan alivio. Son cuerpos que se sienten dentro de un agujero negro, son cuerpos que sienten un vacío. Estos cuerpos necesitan conectar con algo mucho más grande que su propio cuerpo, sólo así pueden salir de la pausa y brotar como un volcán.
13
El cuerpo puede disentir, ser cuerpo como conjunto, encabezar una revolución. Hay cuerpos que quieren diferenciarse de otros cuerpos, desprenderse de lo esperado, ser hoja en blanco.
Ana Larrère
Gelen Marquez Silva